lunes, 30 de noviembre de 2009

Invención de la escritura
Por definición, la historia comienza con los registros escritos. Los restos de la cultura humana sin la escritura constituye el ámbito de la prehistoria (véase La escritura y la historicidad más abajo). Sin embargo, el "origen de la escritura ha dejado de ser un misterio".
La evolución de la escritura fue un proceso originado por la práctica económica y la necesidad en el Antiguo Oriente Próximo. La arqueóloga Denise Schmandt-Besserat determinó la conexión entre las "fichas" de arcilla sin categorizar previamente y la primera escritura conocida, el protocuneiforme. Las fichas de arcilla se utilizaban para representar bienes e incluso puede que unidades de tiempo empleado en el trabajo, haciéndose su número y tipos cada vez más complejos según avanzaba la civilización. Se alcanzó un alto grado de complejidad cuando se tuvo que manejar más de cien tipos distintos de fichas, y estaban envueltas con arcilla, con marcas que indicaban el tipo de fichas del interior. Estas marcas pronto reemplazaron a las fichas en sí, y los envoltorios de arcilla se constituyeron, como puede demostrarse, en el prototipo de las tablillas de escritura sobre arcilla.
El sistema de escritura mesopotámica original (ca. 3500 a.C.) deriva de este método de conservar operaciones, y para finales del IV milenio a.C., ya se había transformado en el uso de un estilete de forma triangular que se presionaba sobre arcilla flexible ("escritura cuneiforme"). Así, la invención de los primeros sistemas de escritura es más o menos contemporánea con el principio de la Edad de Bronce en la última mitad del IV milenio a.C. en Sumeria.
Las primeras formas de escritura eran logográficas en naturaleza, basadas en elementos pictográficos e ideográficos.[6] No obstante, a mitad del III milenio a.C., los sumerios habían desarrollado un anexo silábico para su escritura, reflejando la fonología y la sintaxis del idioma sumerio hablado. Esta escritura logo-silábica fue pronto adoptada por los hablantes acadios y eblaítas para sus propios idiomas, y posteriormente por los hititas y los ugaríticos.
Aunque es posible que la escritura egipcia sea un ejemplo de difusionismo (arqueología) transcultural de sus contemporáneos comerciales de Mesopotamia, los egipcios no tomaron prestados los símbolos escritos mesopotámicos. En su lugar, utilizaron su propia iconografía artística. Hay muestras de jeroglíficos egipcios arcaicos en la Paleta de Narmer del 3100 a.C., y aún mayor grado de elaboración se puede ver en los Textos de las Pirámides del III milenio. En el sur de Egipto, Günter Dreyer descubrió registros de entregas de lino y aceite que, según la prueba del carbono, han sido datados entre el 3300 a.C. y el 3200 a.C., anteriores, pues, al periodo dinástico. Este hallazgo cuestiona la creencia extendida de que los primeros pueblos en escribir fueron los sumerios de Mesopotamia (actual Irak) en algún momento anterior al 3000 a.C.[7]
También surgió en esta época una escritura protoelamita logográfica aún por descifrar, que evolucionó a un elamita lineal hacia finales del III milenio, que a su vez fue reemplazado por la escritura cuneiforme tomada del acadio.
La Escritura del Indo apareció hacia el 2600 a.C. y sobrevivió al declive de la Cultura del Valle del Indo sobre el 1700 a.C.[1] Sin embargo, todos los registros son extremadamente breves y no está claro que fuera realmente un sistema de escritura.
La Escritura china, que data aproximadamente del siglo XII a. C. (finales de la Dinastía Shang), era gráficamente independiente de las escrituras del Oriente Medio, aunque, como en el caso del egipcio, puede que el difusionismo transcultural haya tenido algún papel relevante.
Las escrituras precolombinas, que datan del siglo III a. C. aproximadamente en Mesoamérica, de las cuales solamente la maya se sabe que fue una escritura real, tuvieron unos orígenes independientes de los del Viejo Mundo. Si el rongorongo de la Isla de Pascua fue también una escritura real, tuvo también un desarrollo independiente.
Prácticamente, todos los sistemas de escritura utilizados en el mundo actual descienden en última instancia de la escritura china o de los alfabetos semíticos (derivados del egipcio).

Escritura de la Edad del Bronce
La escritura surgió en una variedad de culturas diferentes en la Edad del bronce.

Escritura cuneiforme

El sistema de escritura sumerio original deriva de un sistema de fichas de arcilla que se utilizaban para representar bienes. A finales del IV milenio a. C., ya había evolucionado hacia un método de contabilidad en el que se utilizaba un estilete redondeado que se imprimía sobre arcilla flexible con ángulos variables para grabar números. A este sistema se incorporó una escritura pictográfica utilizando un estilete afilado para indicar lo que se se estaba contando. La escritura con estilete redondeado y estilete afilado fue poco a poco reemplazada hacia el 2700-2500 a.C. por un estilete en forma de cuña (de ahí el término cuneiforme). Finalmente, la escritura cuneiforme se convirtió en un sistema de escritura de propósito general para los logogramas, las sílabas y los números. A partir del siglo XXVI a.C., esta escritura se adaptó al idioma acadio y más tarde a otros como el hurrita y el hitita. Otras escrituras similares en apariencia a este sistema son el ugarítico y el antiguo persa.

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